"Llamáis a esto progreso porque tenéis coches y teléfonos, y máquinas voladoras y mil pociones para que oláis mejor? ¿Y gente que duerme en las calles?"
Marx en el Soho, edición on line PDF, fuente Moncadista, ediciones omega-alfa, P. 7: Texto completo en pdf
"Una buena obra siempre es labor de un director". Suele este ser un tópico manido entre los artistas que se dedican al mundo del teatro o al cine, pero en el caso de la representación sobre las tablas que nos ha ofrecido la magnífica producción de "La casa escénica" el cliché se convierte en una realidad. La dificultad añadida de que se trate de un monólogo revela la maestría del trabajo de su directora,Esmeralda Gómez Souto, que durante años y luchando contra los elementos a los que nos enfrenta tantas veces la vida, ha gestado,madurado y dado a luz está espléndida revisión de la figura y la ideología de Marx a través de la puesta en escena de la obra Marx en el Soho de Howard Zinn.
Este historiador estadounidense, fallecido en 2010, es más conocido como autor de La otra historia de los Estados Unidos. Es de agradecer que nos rescaten esta obra teatral en la que la crítica al capitalismo se ejercita de un modo tan amable, haciéndonos reflexionar sobre las mismas miserias denunciadas sobre las tablas por Arthur Miller en Muerte de un viajante.
Porque es necesario en estos tiempos más que nunca abogar por la tolerancia y la filosofía que nos enseña a "repensar" la vida y nuestro mundo. ¿Por qué? Porque Marx nunca fue Marxista:
"Una sociedad marxista?" Pregunté. "¿Qué es eso?"
"Pues nos reunimos cada semana y discutimos alguno de tus escritos. Leemos en voz alta, y lo examinamos frase por frase. Por eso nos llamamos marxistas, nosotros creemos completa- mente y de todo corazón en todo lo que has escrito."
"¿Completamente y de todo corazón?", pregunté.
"Sí, y sería un gran honor", Herr Doktor Marx, -siempre me llamaba Herr Doktor Marx-, "si dirigiera el siguiente encuentro de la sociedad marxista."
"No puedo hacer eso". "¿Por qué?", preguntó. "Porque no soy marxista". (P. 5)
Porque es necesario leer y releer en estos tiempos tan aciagos para la literatura y el arte,denostados en nuestros sistemas educativos utilitarios más preocupados por discusiones morales sobre una hora o más o menos de ciertas materias, eludiendo así el preocupante fondo de la cuestión:
"¡Marx, el ateo, con un árbol de navidad!
Sí, yo describí la religión como el opio del pueblo, pero nadie
se ha fijado en el pasaje entero. Escuchad.
Coge un libro y lee:
"La religión es el alivio de las criaturas oprimidas, el corazón de un mundo cruel, el alma de las condiciones desalmadas, es el opio del pueblo". Cierto, el opio no es la solución, pero puede ser necesario para aliviar el dolor." (P.10)
Porque hay que pensar en libertad y desde el respeto.
