viernes, 20 de mayo de 2016

Inefable...

Aquello que se siente con intensidad y que resulta casi imposible de expresar con palabras... 
Inefable...
Así es intentar verbalizar la emoción sentida por la gran muestra de afecto y cariño recibida.
Es casi un ejercicio literario tratar de transmitiros la reciprocidad del sentimiento. 
¡¡Muchísimas gracias!! Por vuestro detalle y por haber hecho de hoy uno de esos días especiales que permanecerán con tanto afecto en el recuerdo de mi trayectoria vital y docente. 
Gracias por dar sentido a la elección vital y profesional por la literatura.
Con ella y junto a vosotros seguro que hemos aprendido a entendernos y a entender mejor ese misterio sublime que es el ser humano.
Aún os queda un largo camino por vivir y llegaréis lejos. La grandeza se construye desde los pequeños detalles percibidos y espero que el poso de lo aprendido os ayude a superar cualquier adversidad. 

Que tengáis la mejor de las suertes que os merecéis para toda vuestra vida. 

                                           Con tanto afecto para mis universales...
                                                                     


"Eran las flores amarillas que habían producido tanta fosforescencia de noche. Un pajarito vino volando hacia el bote, procedente del norte. [...] -Descansa, pajarito, descansa. Luego ve a correr fortuna como cualquier hombre o pájaro o pez."

Ernest Hemingway, El viejo y el mar